lunes, 30 de abril de 2018

NOVELA DE MISTERIO 27 Y 28

SECRETOS ENTERRADOS CAPÍTULO Nª 27 novela 
                                                    
Allí estaba Paul con Lola, la que había considerado una grandísima amiga de su madre resultaba ser la tía de su padre. Aquello era algo sorprendente.
-No entiendo cómo mi madre me ocultó estas cosas.

-No la juzgues, hijo. En todo momento creyó que sería lo mejor para ti.

-Y tú también callaste.

-Si, también, pero lo hice por ella. Tu padre, no sé si podrá perdonarme algún día, es una pena ya que no voy a durar demasiado dado los años que ya tengo.

-No digas tonterías. Estás estupenda.

-Gracias, Paul. Sin duda, es el cariño que me tienes el que te hace hablar así.

El hombre se levantó del sillón.  Se acercó a la cama y depositó un beso en su arrugada mejilla izquierda.

-¿Me vas a dar la dirección de mi padre?

-Claro que si. Ya ha llegado la hora de que os conozcáis. 
De la mesilla de noche sacó un sobre y se lo entregó. 
-Me hubiese gustado ir contigo pero dada mi situación no va a ser posible.
Ve y después me cuentas. Te pido no seas duro conmigo, comprende que estaba atada a lo que tu madre me pidió. Con respecto a tu padre, explícale que no podía hacer otra cosa, él es mi sobrino, pero ella era mi mejor amiga. Hubiese dado mi vida por la de ella, puedes creerme.
La mujer se emocionó y  Paul sacó de un bolsillo un  paquete  de kleenex y secó sus ojos con cariño.

-¡Ay, Lola! ¿Cómo me presento ante mi padre? ¿me querrá ver?

-Estoy segura de que lo harás muy feliz. No se espera esta grata sorpresa.

Al rato se despidieron, prometiendo que muy pronto la visitaría de nuevo. 
Abrió la puerta y salió de la habitación.
Autora Verónica O.M.
Continuará

SECRETOS ENTERRADOS CAPÍTULO Nº 28 novela

El poco ruido que hizo la puerta al cerrar puso en alerta a la mujer que trajinaba en la cocina. Salió de ella secándose las manos en un bonito trapo de cocina.

-Debo marchar.
 Dijo el hombre en tono suave. 
Tenía una voz agradable, igual que su físico, aquellos detalles a ella no le pasaron inadvertidos. 

Cómo recordando..
-Me ha dicho Lola, que la estás ayudando.

Ella sonrió levemente ante aquellas palabras. 
-Soy voluntaria desde hace algún tiempo, hago realmente lo que me gusta.

-En nombre de Lola y mio, muchas gracias.
Diciendo esto le alargó su mano derecha. 
-Me llamo Paul. ¿Y tú?

Me llamo Celeste. 
Diciéndolo estrecharon sus manos.

Parecía ya no tener ninguna prisa por marchar y se quedó un largo rato charlando con aquella bonita joven, al parecer poseía cualidades que nunca había advertido en ninguna otra.
Autora Verónica O.M.

Continuará

sábado, 28 de abril de 2018

NOVELA DE MISTERIO 23, 24, 25 Y 26

SECRETOS ENTERRADOS CAPÍTULO nª 23
                                               
La mujer estaba sentada en la cama, su cuerpo cubierto con la colcha y hasta la cintura, sus hombros los cubría con una bonita toquilla de color verde claro.

Paul se acercó hasta ella, depositó dos besos en las mejillas de la anciana, que a su vez le correspondió también.
-¡Siéntate, hijo!

Lo hizo en un sillón de cuero de color negro y que estaba situado enfrente de la cama. Lo miraba con muchísimo cariño. Representaba ese hijo que nunca pudo tener, además de serlo de su propio sobrino y de la mejor amiga que había tenido en toda su vida.

-¿Estás enferma? Aunque te he de decir que tienes buena cara.

-No estoy enferma. 
Destapó su pierna derecha vendada hasta la rodilla.
 Iba vestida con un largo camisón del mismo color que la toquilla y que había subido un poco para enseñarle el vendaje.

-Espero no sea nada grave.

-No lo es, aunque  podía haberlo sido. Me resbalé al pisar el suelo que acababa de fregar, me dí tal golpe que me asombro de no haberme roto ni un hueso, aunque me hice heridas, eso si. Ya sabes, hijo, que con la edad no somos ni la sombra de lo que fuimos.

-¿Te duele?

-Ahora, no, porque me tomo unas pastillitas que obran milagros, ya sabes que no me gusta sufrir, supongo que como a cualquiera. ¿Qué te ha traído hasta aquí?

Paul carraspeó antes de contestar a la anciana, que esperaba con interés a que le contase...
Autora Verónica O.M.
Continuará

SECRETOS ENTERRADOS CAPÍTULO nº 24

                                                    
-¿Quien es ella? 
Preguntó señalando hacia la puerta dónde la joven acababa de salir.

-Don Fermín, el cura, la envió para ayudarme cuándo se enteró de mi caída. Ella ejerce el voluntariado unas cuantas horas a la semana.
Hijo, no me dejó negarme, es más, no me dejó ni hablar, así que tuve que aceptar. Este curita hay que ver lo humano que es y ella es un ángel bajado del cielo. 

-¡Es guapa!

Lola sonrió.
 -Ya es hora de que rehagas tu vida, no puedes estar eternamente solo, una mujercita así te vendría que ni pintada.

-Ya llegará ese momento cuando deba y no hay que forzarlo, Lola.
Con aquellas palabras daba por concluido el tema.
- He venido a preguntarte algunas cosas y supongo me las contestarás.

-Sabía que tarde o temprano llegaría este día, así que dispara...
Autora Verónica O.M.
Continuará

SECRETOS ENTERRADOS CAPÍTULO Nº 25
                                                      
Paul estaba un tanto nervioso, sabía que de aquella conversación con Lola muchas de sus dudas dejarían de serlo, aquello a la vez que le interesaba en el fondo le daba un poco de miedo, el saber cosas que quizás lo hiciesen sentir peor de lo que últimamente se sentía, pero aún así...
-No sé por dónde empezar.

-Te ayudaré. ¿Qué quieres exactamente saber?


-Todo lo que deba saber.


-Tu madre ya no está. No es necesario callar por más tiempo esas cosas que siempre debiste saber. Te diré que callé por haberle hecho a ella una promesa. 

No falto a ella, lo habíamos pactado así, no abrir la boca mientras ella viviese. La pobre parecía percibir que se iba a ir antes que yo que soy más vieja. Hijo, los designios del de arriba. 
Empezaré la historia a grandes rasgos, intuyo que ya sabes algunas cosas, aunque no puedes ubicarlas hasta que yo te explique.
Autora Verónica O.M.
Continuará 
SECRETOS ENTERRADOS 26
                                              
Lola comenzó a explicarle 
con voz suave.
-Tu padre anteriormente estuvo casado con María, una mujer muy bonita y de frágil salud. Cuándo dio a luz a Luisito, empeoró más todavía y en poco tiempo murió. Él quedó desolado y tuvo que dejar a Luisito con sus padres, mi hermano Ángel y Rosa su mujer. Ellos lo criaron.
Un día conoció a tu madre, estaban en la cola de una panadería y según me contaron cruzaron unas palabras. A partir de ahí,  cuándo se veían por la calle se saludaban. 
Un día, tu padre iba con Luisito, lo llevaba empujando de su carrito, tu madre al verlo se emocionó por la escena tan tierna y más cuando escuchó a alguien decir lo que no sabía, que era viudo.
Al poco tiempo, él le tiró los tejos. Al principio, seguro no estaba enamorado, pero si muy necesitado, pero tu madre si lo estaba de él. Lo aceptó y se fueron a vivir juntos. La boda, la postergaron para cuándo pasara un tiempo, pero nunca llegó a celebrarse.
Luisito volvió a la casa con ellos. Vivieron felices hasta que cumplió tres añitos. 
Un día, ella lo dejó un instante en el salón, fue a vigilar la comida que estaba cocinando, Luisito en ese corto espacio de tiempo metió los deditos en un enchufe. ¡Imagína la tragedia! siempre se sintió culpable de aquello.

Paul no daba crédito a lo que estaba escuchando, sabía que la mujer le estaba confesando la verdad.

-Mi sobrino cambió. Se volvió amargado y hasta perverso con ella y no le quedó más remedio que marchar después de aguantarle mucho. 
A los pocos días se dio cuenta de que estaba embarazada y se dijo que nada le diría. Y así fue. 
Me hizo prometer que yo tampoco lo hiciese. Pero ya no es necesario seguir callando. Ya ha llegado la hora de que sepa, igual que tú mi querido Paul.

-¿Vive mi padre? ¿no sabe que existo?

-¡Así es, querido!
Autora Verónica O.M.
Continuará

Buen fin de semana. 
La historia ha avanzado...

viernes, 27 de abril de 2018

NOVELA DE MISTERIO 21 Y 22

SECRETOS ENTERRADOS CAPÍTULO Nº 21
                                                              Después de cerrar la tienda, pasó por la barbería de su amigo y lo encontró barriendo los pelos del último de sus clientes.

Entró en ella y se saludaron...
-¿Cómo lo tienes para afeitarme?

-Bien. Siéntate que en un plis plas te dejo como nuevo.

-No soy tan viejo, además estoy poco usado.

-Qué cosas tienes. 
 Ya va siendo hora que olvides a tu ex y te busques a otra.

-No me apetece. Aunque, quien sabe. Cualquier día podría darte una sorpresa.

-Te noto muy serio, aunque trates de tomarme el pelo.

-Lo estoy. Ya te contaré cuándo lo solucione. No vaya a ser que tenga mal fario.

Y empezó a afeitarlo con precisión y a la vez delicadeza. 

Paul se había acostumbrado a ir por la barbería, no le apetecía tener que afeitarse a diario y lo hacía siempre su amigo al que acudía a menudo.

Al rato se despidió de Juan...
-Ya va siendo hora que cierres. Gracias amigo y aquí tienes.
Le dio tres euros.

Y desde allí se dirigió a casa de Lola con la que sin duda tendría una larga conversación.
Autora Verónica O.M.
Continuará

Voy a publicar el siguiente que no sabemos nada de Lola...

SECRETOS ENTERRADOS CAPÍTULO Nº 22
                                                 
Llamó al timbre. A los pocos segundos alguien abría la puerta. 
Se asombró de aquel detalle, la anciana solía tardar en abrirla debido a sus muchos años y a la fragilidad de sus huesos.

-¿Qué quiere?

La dueña de aquella voz era una mujer joven a la que no conocía. Inconscientemente se puso en tensión.

-Vengo a visitar a Lola. Aquella corta frase salió temblorosa de sus labios.

-Pase. ¿Su nombre?

-Soy Paul.

-Siéntese por favor. Ahora mismo la aviso.

Hizo caso, aunque algo cohibido. Aunque para él aquella casa no tenía secretos. La conocía palmo a palmo, de las horas y horas que allí había pasado, sobre todo en su infancia y cuándo venía con su madre de visita.

Escuchó la voz de Lola preguntarle bajito a la joven.

-Pasa, hijo. Ven a darme un abrazo.

La joven se apartó para que pasase y cerró la puerta al salir de la habitación.
Autora Verónica O.M.
Continuará

Por fin aparece Lola...

jueves, 26 de abril de 2018

SECRETOS ENTERRADOS 20

SECRETOS ENTERRADOS (20)
                                                        
Y llegó el lunes...
Paul ya había abierto su comercio y todo estaba en su lugar. Dentro de un rato, la tienda sería visitada por algunas vecinas dispuestas a comprar algún alimento u cosa que les faltase.

Su semblante mostraba preocupación, pero cambió rápidamente al entrar en el establecimiento la primera de sus clientas.

-¿Qué necesitas, Maruja?
Preguntó muy solícito.

-Me vas a poner una bolsa de patatas. Hoy, con unas patatas unas fritas y unos huevos ya tengo el menú preparado, que mi Paco ya me tiene hasta las mismísimas narices. No sé que prepararle para comer. Siempre me da la tabarra.  Maruja, que esto no me gusta, que lleva cebolla, que lleva ajo. Y yo le digo:
-Ni que hubieras nacido en un palacio. Eres de pueblo y de pocos habitantes, jaja.

Paul no dijo palabra, pero su sonrisa de oreja a oreja lo delataba. La conocía desde siempre al haber nacido allí. Y se tenían muchísimo aprecio.

La mañana pasó bastante lentamente. Al ser principio de semana no había demasiado trabajo, tuvo tiempo para pensar en la hora que iría a visitar a la amiga de su madre para que le contara lo que tanto le preocupaba.
Verónica O.M.
Continuará                                 

miércoles, 25 de abril de 2018

SECRETOS ENTERRADOS 19

SECRETOS ENTERRADOS CAPÍTULO Nº 19
                                             
Encontró la carta que su madre empezó a escribir y jamás concluyó. 
Leyó una y otra vez, cada línea escrita y no entendiendo quien era aquel tal Luisito que su madre mencionaba. Contrastaba la carta de su padre, con aquella otra de ella, para poder montar aquella historia del todo ignorada...
Dedujo que Luisito vivió antes que él naciese. 
Además de haber algo muy extraño, su padre no le mencionaba a él.

-¿Es que no me quería?

Quedó todavía más intrigado y decidió dejarlo de momento...

Se acordó de Lola, ella había sido una buena amiga de su madre. La mujer aunque mayor todavía vivía.
Lo mejor sería hacerle una visita. Desde que su madre falleció no la había vuelto a ver. La mujer estaba demasiado emocionada en el entierro, le dio pena el verla llorando por la pérdida de su amiga mucho más joven que ella misma.
Le preguntaría a ella. Seguro que sabía todo lo que le estaba ocasionando tanta inquietud. 

Notó un roce suave. 
Sintió un escalofrío recorrerle de pies a cabeza. Era un precioso niño,  de no más de tres años y que por supuesto no pudo ver.
Autora Verónica O.M.
Continuará

lunes, 23 de abril de 2018

NOVELA DE MISTERIO 18

SECRETOS ENTERRADOS CAPÍTULO Nº 18  novela                         
                                                  Luisa estuvo hasta muy tarde tumbada. Había oscurecido por completo y se dio cuenta que había estado en mala posición al dolerle todo el cuerpo.
No cenó, ni tampoco se acordó de ello. Tenía como un nudo en la garganta, aunque en su interior se sentía más ligera, era como si se hubiese descargado un poco su lastimado corazón.

Se acostó y apagó la luz de la mesilla de noche y se tapó con la sábana encimera.
No sentía frío, pero era su forma de dormir siempre.
Se posicionó boca arriba y con los ojos abiertos que brillaban en la oscuridad.

-Esteban amor, mio. ¿Porqué nos tuvo que suceder eso?

Escuchó el reloj del salón, dar todas las horas hasta las seis. 
Desesperada se levantó y se puso una larga bata de color rosa encima de su cuerpo semidesnudo y se dirigió hacia la ventana.

Todavía no se veía un alma por la calle, aquella noche había sido para ella eterna.

En la cocina se preparó un vaso de leche y se lo bebió a pequeños sorbos.

Aquella mañana no pensaba salir a la calle, pero si lo haría a la tarde para ir a trabajar.
Su trabajo consistía en dar clases de costura a unas alumnas principiantas y lo hacía tres días a la semana.
El horario era de cinco de la tarde a nueve de la noche. Además pintaba algunos cuadros para una tienda de muebles importante.
Lo hacía en una pequeña habitación y que había adecuado para ello en su casa.

Su hijo Paul ya no vivía allí y para ella sola tenía más que suficiente. 
Había bajado su ritmo de trabajo, al no necesitar ya demasiado.
Autora Verónica O.M.
Continuará                       

viernes, 20 de abril de 2018

NOVELA DE MISTERIO 17

SECRETOS ENTERRADOS CAPÍTULO Nº 17 novela
                                                       
La mujer en un impulso cogió papel y un bolígrafo.
Se acomodó en la mesa y empezó a escribir:
Esteban, tu tía me entregó la carta. No pensaba contestarte y quizás me arrepienta más tarde, de hacerlo. 
Te diré que jamás he olvidado nuestros últimos tiempos, fueron muy duros para los dos. No sabes cómo me sentí, e incluso tampoco cómo me siento todavía. 
Me culpaste de aquello y bastante sufrimiento tenía yo, para que encima tú me atosigaras cómo lo hiciste entonces...
Pensaste que no quería a Luisito y desde el primer momento lo quise. Era un niño tan especial. Perderlo de aquella forma fue un trauma del que todavía no me he repuesto.
Escuchar de tus labios tantas barbaridades me hirió en lo más profundo y eso jamás lo olvidé ni podré hacerlo jamás.

La mujer se detuvo.
En sus ojos empezaron a brotar imparables lágrimas.
Y ya no pudo continuar escribiendo. 
Dejó la carta a un lado de la mesa y de su boca empezaron a salir alaridos de dolor. 
Y así estuvo largo rato.

Después, se levantó y fue hacia el baño y se lavó el rostro.
Se miró en el espejo y parecía haber envejecido de repente varios años.

Muy triste volvió al salón, se tumbó en el sofá y se tapó con una manta.
Allí permaneció hasta el anochecer reviviendo los viejos tiempos.
Autora Verónica O.M.
Continuará                                    

miércoles, 18 de abril de 2018

NOVELA DE MISTERIO 16

SECRETOS ENTERRADOS CAPÍTULO nº 16 novela 
                                                  
Esteban pasó muy malos tiempos, perder a su hijo y también a Luisa lo hizo un hombre muy huraño, nunca sonreía y parecía que el mundo se lo debía todo.
Quitó de la casa algunas fotografías de su hijo, y las guardó en una caja, cómo queriendo olvidar que algún día existió, aunque sabía que aquello sería imposible. 
Tenía múltiples heridas que ya nunca cicatrizarían, aunque poco a poco se adaptó a vivir solo y por la cuenta que le traía...

Pensaba asiduamente en Luisa y sabía que no había sido justo con ella, pero lo hecho ya no se podía deshacer.
Daría su vida porque volviese a su lado, pero tenía la plena convicción de que no sucedería jamás.

También pensaba en tiempo más atrás, cuándo vivía con su mujer, María, una mujer enfermiza que desde que dio a luz a Luisito se la veía cada día apagar un poco, hasta que un día...

Luisa fue su tabla de salvación al haberse quedado viudo y con un niño tan pequeño, ciertamente no estaba enamorado al principio, después poco a poco fue descubriendo que había tenido mucha suerte al conocerla. Lo hicieron en la cola de la panadería.
No se casaron y lo dejaron para más adelante, aunque aquella boda jamás se realizaría debido a la tragedia sucedida.
Autora Verónica O.M.
Continuará                                           

lunes, 16 de abril de 2018

NOVELA DE MISTERIO 15

SECRETOS ENTERRADOS CAPÍTULO Nº 15 novela 

Ya nada fue igual...
Y tuvo que soportar malos tratos.
Era todavía muy joven, en aquellas fechas tenía unos veinticinco años. 
Fue muy duro soportar aquello, aunque aguantó debido a sentirse culpable de lo ocurrido. 
No podía imaginar la tragedia que se iba a desencadenar.

Esteban ya no fue el mismo. Y de ser un hombre enamorado, pasó a ser despótico y agresivo.

Hasta que un día, Luisa ya no pudo más...
Pero antes de irse, dejó una nota encima de la mesa del salón.
-Jamás te perdonaré. No intentes buscarme. Nunca volveré contigo.
Y cogió la maleta que tenía preparada desde hacía días y se fue. 
Cogió el tren rumbo hacia un pueblo del que ya nunca se marcharía.

El comienzo fue duro.
Se sentía muy triste, pero se tuvo que espabilar al darse cuenta que  en su vientre ya llevaba a su futuro hijo.
Por él luchó como una leona y poco a poco fue aceptando su nueva situación.

Hasta que llegó aquella carta...
Y dentro de ella se revolvieron sus sentimientos
Autora Verónica O.M.
Continuará

domingo, 15 de abril de 2018

NOVELA DE MISTERIO 14

SECRETOS ENTERRADOS CAPÍTULO Nª 14
                                       
Se dispuso a leerla, pero antes de hacerlo tragó saliva.

Mi añorada, Luisa. 
Me tomo la libertad de escribirte...

Se detuvo y permaneció largo rato con la carta en la mano.
Se lo imaginó en plan humilde y dado el carácter de Esteban, no iba demasiado con él. 
Aquello era algo extraordinario.
Pero estaba segura que jamás lo perdonaría. 

Siguió leyendo y de vez en cuando paraba y suspiraba.
Al acabar, sus ojos brillaban demasiado y antes de que sus lágrimas se desbordasen, las apartó de un manotazo y dejó un arañazo en su rostro.
Se lo había hecho con una de sus largas y cuidadas uñas.

La expresión de su rostro había cambiado por completo.

Si alguien la viese se daría cuenta de que estaba muy enfadada.

Pensó en lo que pudo ser y no fue. En todo su sufrimiento. En que podían haber estado juntos si aquella tragedia no hubiese sucedido. Pensó en el pobre Luisito, un niño tan dicharachero y que acabó electrocutado al meter sus deditos en el enchufe del salón, mientras había ido a vigilar la comida que estaba cocinando.

Recordó aquel instante...

Se volvió cómo loca, al verlo tendido en el suelo.
Y de qué forma...
Después, pasó todo muy deprisa.
La escucharon unas vecinas que acudieron a la casa de inmediato al oír sus gritos.
Una de ellas avisó a Esteban por teléfono, había encontrado su número en la agenda y que estaba al lado del mismo.

La mujer quiso ser suave, sin conseguirlo.
-Luisito ha sufrido un accidente.

El hombre muy alterado, dijo.

-Ya voy.
Autora Verónica O.M.
Continuará
                                           

CREO SE PUEDE COMENTAR...

Espero que el problema ya esté solucionado.
Gracias.
Buen finde

sábado, 14 de abril de 2018

NOVELA DE MISTERIO 13

SECRETOS ENTERRADOS CAPÍTULO N° 13 novela
                                                
Al cerrar la puerta se desmoronó y rompió a llorar desconsoladamente.
Así pasó mucho rato, sus ojos vertían más lágrimas que en muchos años. 
Trató de tranquilizarse sin conseguirlo y cogió la carta de Esteban, la acercó a su rostro besándola. Y sin leerla, tenía la certeza  que en ella intentaba un acercamiento.
Había sufrido mucho con su desprecio y linchamiento y eso era imposible de borrar por años que pasaran.
Lo seguía queriendo a pesar de todo, pero sabía que jamás perdonaría todo lo que él la había hecho sufrir.
Había sido muy ingrato.

Ella no tuvo la culpa de lo sucedido, pero cegado la culpó y culpó, hasta que un día ella se marchó para nunca volver.

A los pocos días se dio cuenta de que estaba embarazada y se juró que no iba a decirle nada al no merecerlo.

Intentó leerla pero las lágrimas no la dejaban.
Autora Verónica O.M.
Continuará

jueves, 12 de abril de 2018

NOVELA DE MISTERIO 12

SECRETOS ENTERRADOS 12 novela
                                                        
-¡Prepararé café! 
Dijo Luisa, pero su amiga con un gesto la detuvo.

-Otro día lo tomaremos con más calma.  
Debo ventilar y limpiar la casa. Regreso, mi hermana  ya está muy mayor y me necesita.
Diciendo esto,  la mujer se levantó y le puso la mano en el hombro.
-El mes que viene volveré y  prometo quedarme más rato.

Se abrazaron con cariño. Tenían edades diferentes, aunque Luisa que era la más joven ya la atesoraba, importante. 

La acompañó a la puerta, pero antes de abrirla... 
-¿No sabe, nada de nada?
Preguntó, no sabiendo bien lo que quería escuchar.

-No sabe nada. Imagina cómo se pondría conmigo si alguna vez llega a enterarse. Me lo hiciste prometer y para mi es más que suficiente para mantener la boca cerrada. Lee la carta y no seas demasiado dura.

-Pero él no pensó en mi, ni siquiera ha hecho por verme en tantos años.

-Querida, Luisa ¿y con qué cara se presentaba aquí? Pensaría lo ibas a echar a patadas
.En fin... me tengo que marchar.
Autora Verónica O.M.
Continuará 

miércoles, 11 de abril de 2018

NOVELA DE MISTERIO 10 Y 11

SECRETOS ENTERRADOS CAPÍTULO N° 10 novela

Diez años atrás en el tiempo...

Luisa era una mujer guapa todavía, había tenido muchos pretendientes aunque a ninguno tuvo en cuenta.
El desengaño con Esteban la dejó marcada para siempre, pero lo disimuló bien y nadie lo hubiese dicho, solamente lo sabía Lola, con la que mantenía una hermosa amistad.

Un día recibió su visita. Se dieron un grandísimo abrazo al reencontrarse. Tenían tanto de que hablar... Pero lo harían después y con calma.

Lola se sentó en el sofá de terciopelo rojo y que estaba reluciente. No sabía cómo lo hacía su amiga para que siguiese pareciendo nuevo.

-¿Qué me cuentas, Lola? 

La mujer tomó aire antes de confesarle lo que la había traído hasta su casa.
-Te traigo una carta de Esteban.

Luisa cambió de semblante en un segundo. Los fantasmas del pasado habían vuelto para perturbarla.
Autora Verónica O.M.
Continuará 

SECRETOS ENTERRADOS CAPÍTULO  N°11 novela

 Lola se asustó de la extrema palidez de su amiga.                                      
-¿Te pasa algo, Luisa? me has asustado, mujer.

-Ha sido por la impresión.

Lola fue a la cocina y le trajo un vaso de agua y que puso en sus manos.

La mujer bebió un poco y dejó el vaso encima de la pequeña mesa de centro.

-Mi sobrino está arrepentido.
Lo soltó así a bocajarro y esperando su reacción...

-Eso es su problema. Tú sabes lo mal que se portó conmigo, eso jamás lo pude, lo puedo, ni podré olvidar. ¿Lola, él no sabrá nada de nuestro hijo, verdad?

-Te lo prometí, jamás rompo mis promesas. Aunque no quiero que te enfades conmigo, querida, pero pienso que no hiciste lo correcto, me refiero a no hacerle partícipe de que estabas embarazada, si  Esteban lo hubiese sabido las cosas hubiesen sido muy distintas.

Hubo un breve silencio por parte de ambas, fue Luisa quien lo rompió.
-He vivido solamente para nuestro hijo, no quise que viviese en sus carnes ese drama, lo he mantenido al margen en todo momento y no me arrepiento ni lo haré jamás.

-Pero tu querías a mi sobrino. ¿Ya lo has olvidado?

- No, para mi desgracia. Aunque al pasar tantos años  me he acostumbrado a vivir sin él. He aceptado que todo terminó entre los dos. ¿Me comprendes?

-Claro. Aunque sigo pensando que te equivocaste.
Autora Verónica O.M.
Continuará
                                              

domingo, 8 de abril de 2018

NOVELA DE MISTERIO 8 Y 9 DE 58

SECRETOS ENTERRADOS CAPÍTULO N° 8
                                                      
Quedó largo rato mirando aquel sobre y sin atreverse a romperlo. 
Se sentía cómo si estuviese usurpando la intimidad de su madre, sabía que ella no estaba pero se la imaginó mirándolo enfadada por aquello que estaba haciendo.

Se le erizó el vello y se dijo que no tenía sentido sentir aquello.


Deseaba y temía a la vez saber porqué su madre tuvo aquel sobre escondido tanto tiempo.

Lo rompió con cuidado para no dañar su contenido.

Podía oír los latidos de su corazón, de puro nerviosismo.


Lo primero que observó,  fue una fotografía en la que habían tres personas, una era su madre, de muy joven, junto a ella había un hombre también joven, dio por hecho que era el padre que nunca conoció y la tercera persona era un niño pequeño y de grandes ojos.

Se sorprendió porque no era él.

 Se le volvió a erizar el vello

-¿Quien será?

Aquello otro, parecía una carta y estaba fechada hacía unos diez años, se preguntó que de quien sería.

Miró la parte de atrás, allí había escrito y rubricado el nombre de su padre, Esteban Muñoz.

Recordó lo que su madre, cientos de veces le había dicho.

-Tu padre murió tres meses antes de tú nacer.

Dentro de dos días cumplía treinta y ocho, allí debía haber alguna confusión.

De pronto se empezó a sentir mal, se sentó encima de la cama y percibió cómo si una pequeña mano le rozase el rostro.

-¡Me voy a volver loco!

Autora Verónica O.M.
Continuará

SECRETOS ENTERRADOS CAPÍTULO Nº 9
                                                
Permaneció sentado en la cama. La carta la puso encima de sus piernas y su vista la dirigió hacia un punto de la habitación sin ser consciente de ello.
Se tranquilizó como pudo sin conseguirlo del todo. 

Empezó a leer aquella misiva, fechada diez años atrás.


Mi añorada, Luisa. Me tomo la libertad de escribirte y con la esperanza de que no te sientas molesta por mi atrevimiento, la verdad es que jamás me lo perdonaría.

Te diré que pasado el tiempo, veo las cosas de forma mucho más clara y no ofuscado cómo antaño.
Humildemente te pido perdón. Ya sé que no lo merezco, pero aún así te lo pido, con el deseo de que no seas demasiado dura conmigo.
Sé que merezco tu desprecio, pero ya han pasado muchos años y deseo no sigas guardándome rencor.
Te pediría que volvieses conmigo, pero tengo claro que eso no sucedería jamás, así que no te lo voy a pedir.
Quiero que sepas que estoy muy arrepentido. Sé que fuiste una madre para mi hijo y que no tuviste la culpa de su muerte. No sabes lo que me arrepiento de haberte culpado, jamás me lo perdonaré.
No me cambié de vivienda, sigo en la misma casa llena de duros recuerdos y con los que he vivido tantos años desde que te fuiste y comprendo porqué lo hiciste.
No fui justo contigo, cosa que lamenté, lamento y lamentaré toda mi vida. Desearía saber de ti después de tantos años...
Le daré esta carta a mi tía para que te la entregue, sé por ella que las dos vivís muy cerca.
Humildemente.
Esteban Muñoz
Autora Verónica O.M.
Continuará

sábado, 7 de abril de 2018

NOVELA DE MISTERIO 7 DE.58

SECRETOS ENTERRADOS 7
                                               Paul cogió aquel sobre amarillento y dedujo que pertenecía a tiempo atrás. Le entró curiosidad y no supo porqué también temor a saber algo que su madre por el motivo que fuese quiso mantener en secreto.
Con mano temblorosa lo cogió entre sus manos y abrió con cuidado para no romperlo. 
Una vez abierto intentó controlar los nervios y tomó aire, vaciando el contenido encima de la cama.

Percibió a su espalda como si alguien le tocase y pensó que sus nervios le estaban jugando una mala pasada. 
Pero...

Una sombra pequeña y muy erguida, lo miraba con sus grandes ojos y en ellos no parecía percibirse nada perverso, si Paul lo hubiese podido ver se hubiese dado cuenta que proyectaban amor y bondad. 
Se situó enfrente de Paul, no queriendo perder detalle de su reacción al encontrarse con una parte desconocida del pasado.
Autora Verónica O.M.
Continuará                                  

viernes, 6 de abril de 2018

NOVELA DE MISTERIO 6 DE 58

SECRETOS ENTERRADOS CAPÍTULO nº 6
                                                
Llegó el domingo, Paul se levantó más tarde que un día laborable, agradecido de poder descansar más.

Se calentó un vaso de leche en el microondas, sacó el café soluble, dos terrones de azúcar y la caja de galletas. 

Se sentó en el taburete, saboreando su tardío desayuno y debido la hora que era, no tenía pensado comer nada más hasta la tarde.

Y se dispuso a registrar la casa esperando poder descubrir algo, ya que tenía la percepción de que allí pasaba algo extraño.

Fue hacia la habitación de su madre, supuso que también lo había sido de su padre en otros tiempos, aunque nunca lo llegó a ver al haber muerto antes de él nacer.
Jamás había tocado nada de aquel armario y al hacerlo sintió una rara sensación.

Había ropa colgada y doblada muy pulcramente colocada. Sabía que ella había sido muy ordenada y organizada.

Cogió la silla que estaba a los pies de la cama y se subió en ella. 
Miró en el altillo, al parecer solamente había mantas que olían a lavanda. Se iba a bajar de la silla pero se lo pensó mejor y  decidió bajar también las mantas.
Al bajar dos a la vez y colocarlas encima de la cama, entre una y otra asomó algo.
La impresión que le dio fue que su madre lo había escondido por algún motivo.
Verónica O.M.
Continuará                                  

jueves, 5 de abril de 2018

NOVELA DE MISTERIO 5 DE 58

SECRETOS ENTERRADOS CAPÍTULO N° 5 novela
                                                  Paul llegó a la casa y se dirigió directamente a la cocina y en el fregadero se lavó las manos.

Buscó dentro de la nevera dos huevos y los batió enérgicamente, echando dentro de ellos una lata de atún muy escurrida y en un plis plas, la tortilla ya la tenía encima de la mesa y dispuesta para ser engullida.

De un armario sacó un paquete de pan de molde, junto con los cubiertos y lo puso encima de una servilleta de papel.

Se sentó en un taburete y empezó a comer con gran rapidez.
Y una naranja de postre.

Acabó su frugal comida y depositó todos los cacharros dentro del fregadero y los cubrió con agua. A la noche y después de cenar lo fregaría todo.

A fuerza de vivir solo,  se le había desarrollado la costumbre de hablarse en voz alta.

-¿Qué hago, me tumbo un rato o echo un vistazo a la casa para ver si encuentro algo?

-Mejor descansaré. El domingo ya tendré tiempo para ello.

Se tumbó en el sofá después de descalzarse y cogió la mantita que hasta aquel momento había permanecido bien doblada y a un lado del mismo.

A los pocos minutos se escuchan sus leves ronquidos.

La sombra se quedó quieta a su lado, su intención era tocarlo pero en el último momento desistió de ello.
No pensaba hacerle daño, muy al contrario.
Su intención era que supiera de ciertas cosas que desconocía, pero todavía no había llegado el momento.
Y dejaría que fuese él mismo quien descubriese...
La sombra debería seguir esperando un tiempo más.
Verónica O.M.
Continuará                                  

miércoles, 4 de abril de 2018

NOVELA DE MISTERIO 3 Y 4 DE 58

SECRETOS ENTERRADOS CAPÍTULO Nº 3 novela 

                                                        
Paul, paró el despertador y dispuesto a levantarse para ducharse. Se sentía muy bien aquella mañana y aunque la noche anterior estaba preocupado por aquel llanto, pasó a  un segundo plano al acordarse de haber percibido aunque fuese en sueños una caricia. 
Eso era lo que creía, pero...

Se dirigió hacia el cuarto de baño, dónde se quitó el pijama y se metió en la ducha. El ambiente era algo fresco ya que no puso la calefacción. 
Se duchó deprisa y vistió, dirigiéndose hacia la cocina, dónde en un pequeño microondas se calentó un vaso de leche al que echó una cucharadita de café soluble y dos terrones de azúcar. Sacó del armario una caja de galletas cogió tres y las devoró, después se tomó la leche...

Ya estaba dispuesto a enfrentarse con una larga mañana de trabajo. Lo tenía  a tres calles de allí y el trayecto lo hizo a pie.

La tienda de comestibles le funcionaba bien, ya que cerca de ella no había ninguna otra que le hiciese la competencia. 

La mañana la tuvo movida, ya que se acercaba el fin de semana y era cuándo hacía más ventas.
Verónica O.M.
Continuará

SECRETOS ENTERRADOS CAPÍTULO N° 4 novela

Cerró la persiana metálica, no sin antes, dejar la tienda barrida y en orden, para al abrir a la tarde tenerla a disposición de su clientela.

Paró en la barbería de Juan, un amigo de la infancia, que por un precio módico lo afeitaba y aprovechaban mientras tanto para parlotear un poco.

-Pasa, Paul, siéntate que voy a cerrar la puerta, no vaya a ser que se me cuele alguno más, que si no hoy no como. 
Dicho y hecho.
-¿Qué te cuentas?

-Pues, ya ves. Un poco cansado de tanto ajetreo. Tengo ganas de llegar a casa, comer y echarme un rato a descansar. Me espera una tarde ajetreada.

-Eso es buena señal, no te quejes tanto, que tener trabajo es lo que interesa que si no...

-Tienes razón, últimamente no estoy en mis cabales.

-¿Qué te pasa, hombre?

-¿No te vas a reír si te lo cuento?

-Pues claro que no, qué cosas tienes.

-Ya sabes que estoy en casa de mi madre, no sé si es porque hace poco que murió pero allí estoy intranquilo, será mi imaginación pero escucho el llanto de un bebé.

-Serán figuraciones tuyas, en la casa más próxima que yo sepa no hay ningún bebé, pero si dos viejos carcamales. No me seas criatura que ya peinas canas, ja ja.

-Tú, ríete, pero es cierto.

Cuándo ya estaba afeitado pagó el servicio y se despidió de Juan que ya se disponía para ir a su casa a comer y descansar un rato ya que a las cuatro treinta de la tarde volvía a abrir la barbería- peluquería.

Y Paul se dirigió a casa de su madre y pensó que la echaba muchísimo de menos.
Verónica O.M.
Continuará

lunes, 2 de abril de 2018

NOVELA DE MISTERIO 1 Y 2 DE 58

SECRETOS ENTERRADOS CAPÍTULO N° 1 NOVELA 

Secretos enterrados nueva novela para este blog.
Capítulo nº1

Hacía dos meses que la última habitante de la casa había fallecido, su hijo, al intentar ponerse en contacto con ella por teléfono y no poder hacerlo se personó en el domicilio familiar y se encontró con una desagradable sorpresa ya que estaba fallecida.

Tuvo que llamar al médico rural y él certificó que hacía apenas unas cinco horas que el último aliento se le había escapado.

Vivía muy cerca de allí, a unos pocos kilómetros. Marchó al casarse con Sophie y una vez separados al cabo de tres años, se quedó en la vivienda que habían compartido. Fue ella la que decidió marcharse al haber otro hombre en su vida.

Pero al fallecer su madre decidió estar en la casa familiar. Le daba igual quedarse allí, que marcharse a la suya, al vivir completamente solo.

Fue en busca de sus enseres personales, además de prendas de vestir, no demasiadas, pero si las suficientes para un tiempo.

Ocupó su antigua habitación, al final del pasillo...

Por las noches y desde el primer momento escuchaba cómo si un bebé llorase. Se dijo que no podía ser y que seguramente serían figuraciones suyas, ya que la casa más cercana estaba bastante alejada y era imposible oír tan claramente aquel llanto.
Autora Verónica O.M.
Continuará

SECRETOS ENTERRADOS CAPÍTULO 2° NOVELA
                                                 
Aquella noche Paul no podía dormir, ya que el llanto de aquel bebé lo tenía clavado y de tal forma que ya no sabía si lo oía en verdad o era una jugada de su imaginación.

Se levantó de la cama y se dirigió hacia la cocina para beber un vaso de agua y mientras tanto hacer tiempo  para ver si el sueño hacia su aparición.
Abrió una puerta del armario y que estaba situada en la parte de arriba
 y sacó un vaso grande y lo llenó con el contenido de una botella de agua mineral

Después de beber el agua lo dejó metido dentro del fregadero.

Ya iba camino de la habitación cuándo de pronto aquel llanto le puso el vello de punta. Parecía venir de muy cerca.

Decidió averiguar de dónde...

Revisó por encima la casa y no encontró nada. 
Y se fue a la cama pensando que al día siguiente con más tiempo la revisaría palmo a palmo y cuándo volviese de su trabajo.

-Aquí pasa algo muy extraño. Tengo que averiguarlo.

A los quince minutos se oía un levísimo ronquido. Se había quedado dormido.

Una sombra muy pequeña se movía por la habitación, se situó a su lado y suavemente le tocó el rostro.

Seguía durmiendo pero percibió cómo si alguien lo acariciase.

Al despertar con el sonido del despertador, se acordó de aquello pero imaginó que lo había soñado.
Verónica O.M.
Continuará
DESEO OS GUSTE.